sábado, 13 de junio de 2009

Misantropía


Pobre animal, ¡hasta ocultó el sonido de sus huesos cuando se quebraban, para no molestarnos!
Y que no se oyera nada fue lo peor… nada, ni un grito, ni un auyido, ni un neumático gastándose contra el asfalto, nada! Solo de pronto la imagen del animal tendido sobre su sangre tibia, sobre el cemento gris.
Los autos iluminándolo con sus frías luces amarillas al pasar.
Y la gente por la acera mirando como ya pasaba un segundo auto por sobre sus costillas desnudas… y el también mirándolos, con sus ojitos sin brillo y desorbitados, uno mas afuera que otro, lamiendo la tierra , los vidrios rotos y probando la sangre que escurría desde su interior hasta sus dientes.
Las micros fueron lo mas destructor. Abrir el pecho y ver como sus órganos se deslizaban por el caucho... sin duda imágenes horribles que aun no puedo borrar.
Por suerte mis lágrimas pronto acudieron. Como si hubiese sabido que quería nublar mi vista.
¡Excelente trabajo el que hicieron! , más solo nublaron como dije, mi vista. El recuerdo aun esta intacto.
Seguí caminando, como un peatón más que le interesa una mierda lo que acaba de ver; no obstante, con fervor, sentí odio, hoy, como los días de aquellos, en que todos son desagradables y malditos… solo por existir, aunque no tengan culpa; Por lo menos aparente.

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