Existe en el mundo contemporáneo, una pluralidad de imágenes y usos para el concepto de democracia , en la mayoría de los casos la palabra Democracia es usada como sinónimo de libertad, de igualdad, de gobierno de mayoría, de justicia social, de fraternidad, etc., sin embargo, para algunas personas es símbolo de ineficacia, anarquía y de politiquería.
Lo cierto es que la Democracia constituye un régimen político, que implica no sólo una forma de gobierno y estructura económica social, sino también valores, actitudes y conductas democráticas.
Además, es el sistema político usado en la mayor cantidad de países en el mundo.
La democracia reconoce a las personas como seres dignos, libres y concientes de su libertad, tienen la facultad de decidir y elegir. Es la forma de organización social y política en la que los ciudadanos orientamos y dirigimos los poderes del estado, garantizando el respeto y el ejercicio y promoción de los derechos humanos.
Fomenta el desarrollo le las ideologías personales y/o grupales ya sean políticas o religiosas, permite elegir libremente y periódicamente a sus gobernantes, con un sufragio personal y secreto.
Yo crítico a la forma en que el chileno ve la democracia: a la sociedad, alineada fielmente con el sistema , de forma inconsciente que prácticamente nadie se detiene a cuestionar al estado moderno, pese a sus mecanismos de vigilancia y tecnología militar de que dispone, y, a que solo es "democrático" en un sentido muy limitado. La "política" tendría que sufrir grandes cambios para que los ciudadanos recuperen poder real.
Talvez los ciudadanos maduros, adultos decidan ignorar al estado nacional moderno, enorme e impersonal y reunirse en pequeñas asambleas a discutir personalmente las políticas o las practicas que determinan su vida diaria, algo
así como la democracia directa que utilizaban los atenienses.
En conjunto a esto, encuentro realmente acertado algunos puntos que Platón expone en su libro "la republica”, expone que la democracia es una nave que ha caído en manos de su tripulación amotinada.
Mirándolo de un punto de vista actual, tiene un sin número de relaciones que ocurren en la nave y en nuestro estado:
La tripulación encierra al capitán del barco, ignora las indicaciones del timonel y se limita a escuchar las insensateces de su líder rebelde y demagógico que promete lo que todos quieren escuchar. Sin embargo, el líder ignora todo sobre navegación, el barco naufraga y sus ocupantes perecen.
En otras palabras, la democracia es el gobierno de los necios que prometen a los ignorantes lo que no pueden cumplir y arrastran a todos al desastre.
También es preciso observar que algunas analogías de Platón son equivocas; la concepción elitista platónica del gobierno suele seducir a los que se impacientan con las rencillas, la lentitud, los tejes y manejes, el populismo y la ineficacia de la democracia. Con todo, la mayoría sigue creyendo que es una buena idea, preferible a todas las demás ideologías políticas vigentes.
Nosotros, los ciudadanos democráticos somos la "tripulación y dueños” de esta nave por esto tenemos derecho a opinar sobre el viaje que realiza nuestra nave-estado. En general es preferible participar en un debate político que aceptar una serie de certezas monolíticas impuestas desde arriba.
Tal vez, una sociedad política da señales de buena salud cuando sus ciudadanos mejor formados participan en debates, en vez de obedecer ordenes pasivamente. Las democracias permiten, además, que los ciudadanos derroquen a los gobiernos corruptos e incompetentes, sin necesidad de desatar una revolución violenta o una guerra civil. Sin embargo, si como yo, pensamos que los votantes se han convertido en consumidores sin rumbo, influenciados por los expertos en política, o creemos que nuestros dirigentes son populistas que responden a grupos particulares, deberíamos reflexionar sobre las críticas de Platon a la democracia.
sábado, 13 de junio de 2009
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